Una lástima. Ese fue el sentimiento generalizado de los manresanos al abandonar el partido el pasado domingo, frente a Blancos de Rueda Valladolid. La idea de participar en la Copa del Rey se diluye por momentos tras la inesperada derrota. No hay que olvidar que el partido se presentaba accesible para los catalanes, en un castillo fortificado, abanderado por una flota de fervientes seguidores. Los vallisoletanos por su parte alcanzan la decimoquinta posición, logrando una calma tensa que los aleja una pizca de los puestos feos.
El partido comenzó muy dinámico, con más ritmo de los catalanes que dominaban a base de penetraciones fáciles y tiros bajo canasta. Rodrigo San Miguel erró un tiro bajo aro sin ninguna complicación, pero posteriormente lo arreglaría con una rapidísima penetración y una bandeja taponada por Barnes, aunque válida en el marcador. Cusworth puso en pie al público asistente con un impresionante mate, pero de poco valió la alegría porque los triples de Isaac López y de Dan Grundfel hicieron, que el marcador de la primera parte finalizara 33 - 35 para enfado de los catalanes.
La segunda parte comenzó con un Manresa algo alocado, Lewis perdido en su totalidad, hizo lo que su experiencia le dictaba. Sus 11 minutos en cancha a penas se notaron. Battle se crecía por momentos y machacaba el aro sin piedad bajo la la impotente mirada de los pivots catalanes. Ponsarnau insistía en la defensa, cuando Cusworth sumó su 4ª falta en pista. Valladolid sumaba y aprovechando el desconcierto catalán remató el partido, a pesar del triple de Dani López que puso en pie al Nou Congost y de los intentos fallidos desde 6´25 por parte de Rodrigo San Miguel.
A Suzuki Manresa le espera un futuro próximo complicado. Las siguientes jornadas se enfrentará a Regal Barcelona, Cajasol y Real Madrid que le seguirán en el calendario.
Por su parte, al Blancos de Rueda Valladolid le espera porvenir más alentador, un Fuenlabrada que roza puestos de descenso y el colista de la liga, Club Baloncesto Murcia.
